jueves, 3 de septiembre de 2015

Grecia Clásica

Con el ascenso de comerciantes y artesanos que provocó el impulso de la segunda colonización, también se produjo el empobrecimiento de pequeños artesanos y campesinos que por deudas caían en la esclavitud. Esto impulsó el malestar y la necesidad de repensar las normas en las ciudades. Así surgieron Legisladores que impulsaron cambios, como Licurgo de Esparta, Dracón y Solón de Atenas.

En Atenas, Dracón impulsó un nuevo esquema de derechos, reduciendo las arbitrariedades de las clases privilegiadas. Sin embargo, no superaron los descontentos, lo que llevó a una profunda reforma aplicada por Solón, que prohibió la esclavitud por deudas y limitó los poderes de la nobleza terrateniente. Medidas que no atenuaron los conflictos, lo que provocó el ascenso de lo que llamaron tiranos con cierto apoyo popular, por las medidas que tomaron para favorecer a los sectores desfavorecidos.



Guerras Médicas o Persa-Helénicas

Los enfrentamientos entre Grecia y Persia dio comienzo a la Época Clásica. Las nuevas ciudades –Estado debieron enfrentar a un poderoso imperio en expansión. Las mismas se conocen como las Guerras Médicas.

Hacia el siglo VI a.c., el rey Darío subsumió a las ciudades de origen jónico, ubicadas en las cosas del Asia Menor, convirtiéndolas en satrapías e imponiéndoles tributos. Esto preocupó a las ciudades griegas, que veían el peligroso de caer bajo dominación persa. Cuando las ciudades jónicas, encabezadas por Mileto se rebelaron contra los persas, éstos recibieron el apoyo de Atenas y otras polis. Así, Daría sofocó las revueltas y decidió la invasión de Grecia, dando origen a dos enfrentamientos que marcarán la consolidación helena.

La Primera Guerra Médica  comenzó en 490 a.c. con el desembarco de 200.000 persas que fueron contenidos por ejércitos griegos en diferentes batallas, como la conocida en Maratón, destacándose por la inferioridad numérica. Posteriormente, en 480 a.c. Jerjes (hijo de Darío) avanzó hacia la península obteniendo victorias como en Termópilas, donde derrotaron a los espartanos y logrando avanzar hasta Atenas.

Esta Segunda Guerra Médica, siguió con el rearme de los griegos que vencieron a los Persas en la batalla naval de Salamina. Si bien los Persas intentaron volver al año siguiente con más de 300.000 soldados, fueron vencidos en el año 449 a.c. Así las ciudades griegas formaron la Liga de Delos, coordinada por Atenas, para la defensa militar contra nuevas invasiones.



Esparta

Una de las polis que destacaron durante la época clásica griega fue Esparta. Fundada por los dorios en el siglo X a.c. ocuparon la península del Peloponeso y sometieron a sus pobladores bajo una sociedad militarizada.

Constituyeron una monarquía formada por dos reyes, asesorados por un consejo de ancianos (Gerusía) que dictaba leyes y una Asamblea Popular formada por mayores de 30 años. A su vez, existían cinco magistrados (éforos) que limitaban el poder de reyes y funcionarios.

Su estructura social estaba jerarquizada, donde solo los descendientes dorios eras considerados ciudadanos plenos y se denominaban espatiatas. Tenían tierras y esclavos, y se dedicaban a la política y la guerra.

También estaban  los periecos y ilotas, los primeros eran descendientes de comunidades campesinas que no se resistieron a la invasión doria, en tanto que los segundos sí. Los periecos eran libres pero sin derechos políticos, en tanto que los ilotas carecían de derechos y eran considerados siervos que debían trabajar para los espatiatas.

Los espartanos recibían una rígida formación militar. Tenían una etapa de instrucción, que concluida podían casarse y formar una familia, pero luego debían seguir su formación militar. Las mujeres si bien podían aprender a leer y escribir, sin embargo, solo tenían el rol de procreación, para lo que hacían ejercicios físicos para dar hijos fuertes.



Atenas

La otra ciudad destacada de la época griega era Atenas. Ubicada en la península Ática, fue fundada por los jonios, que al estar a las orillas del mar se orientaron a la actividad comercial. Sin embargo, se convertirá en la cuna de la filosofía, cuando durante el siglo V a.c. se convertiría en el centro de la cultura y el poder militar de Grecia, dando origen a una forma de organización que luego en occidente se conoce como Democracia.

Como la mayoría de las polis  griegas, Atenas estaba gobernada por una monarquía que posteriormente fue cambiando hacia un gobierno aristocrático (de los mejores) constituido por los nobles o eupátridas. El demos (pueblo) no participaba del gobierno, por lo que fue reclamando derechos que lograron hacia finales del siglo VI a.c. Así, Clístenes estableció un tipo de gobierno que dio origen a la Democracia, el “gobierno del pueblo”.

Democracia para pocos

Si bien la idea de Democracia refiere a un gobierno del pueblo, la realidad griega estaba limitada a los ciudadanos, que eran los varones libres, hijos de padre y madre atenienses, lo que representaba 40 mil de los 350 mil habitantes atenienses. La mayoría de los habitantes eran metecos o esclavos. Los primeros eran los provenientes de otras ciudades vecinas, y que eran libres, a diferencia de los otros, que eran prisioneros de guerra e hijos de esclavo. A su vez, las mujeres tanto libres o esclavas no podían participar y estaban bajo tutela de un varón.

Los ciudadanos que podían participar, lo hacían bajo un esquema que propició Clístenes, que dividió a la ciudad en diez tribus que delimitaban un distrito. Allí, podían elegir un estratega y un arconte. Los 10 estrategas dirigían el ejército y la flota, fijaban los impuestos para la guerra y representaban a Atenas ante otras polis. En tanto que los 10 arcontes se ocupaban de la administración y la religión.

Las tribus elegían al Bulé (Consejo de los 500) que estaba formado por 50 representantes de cada una, que se encargaba de preparar las leyes. En tanto que se elegían otros 60 para los 600 miembros del Tribunal de los Heliastas, que se encargaba de cuestiones judiciales. Por último, todos participaban de la Eclesía (Asamblea del Pueblo) que se encargaban de aprobar las leyes. En tanto que el Àgora era la plaza pública, espacio donde se discutían temas de interés por la comunidad.

Las reformas de Clístenes se profundizaron durante el gobierno de Pericles incentivando la participación a través del pago de los cargos. Hasta ese momento era reducido el involucramiento de los ciudadanos al ser honoraria la participación.





Tras las Guerras Médicas, Atenas encabezó la Liga de Delos convirtiéndose en la ciudad más importante del mundo griego. Propiciando el auge arquitectónico y cultural, dando lugar al Siglo de oro de Grecia o el Siglo de Pericles.


Contrapuesto, Esparta formo la Liga del Peloponeso que dio origen a una guerra que las enfrentó en el año 431 a.c. luego de la intervención de Atenas en Corinto, ciudad aliada de los espartanos, que lograron controlarla tres años después. Sin embargo, en 415 a.c. cuando los atenienses intentaron avanzar sobre Siracusa, otra aliada espartana, con la ayuda de los persas, lograron replegar el avance y establecer el dominio de Esparta en la región. Hegemonía que duró hasta el levantamiento de Tebas, provocando el desgaste de los griegos hasta el siglo IV, hasta que el reino de Macedonía, logró tener el control de la mano de Filipo II.



Textos de Ricardo Romero

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