El concepto de Mesopotamia, que viene del griego, se
refiera a una ubicación “entre ríos”. En este caso, la referencia va a ser al
estudio de sociedades que se ubicaron entre los ríos Éufrates y Tigris en la Mesopotamia asiática. Un área de alta
fertilidad y de posicionamiento estratégico que fue y es un foco de conflictos
por sus riquezas.
Ubicación
Los ríos Tigris y Éufrates que comienzan en los montes de Armenia hasta desembocar
en el Golfo Pérsico. Forma una llanura en forma de media luna, provista de un
clima cálido con abundante provisión de agua proveniente de las montañas. Actualmente,
este espacio lo ocupan países como Siria, Turquía e Irak.
Este espacio geográfico permitió
que varios pueblos nómades comiencen un proceso de sedentarización a partir de
la siembra y la cosecha, lo que marcó el inicio del Neolítico hace unos 6.000
años a.c. Su asentamiento les permitió la construcción de viviendas, formando
los primeros poblados de la historia.
Si bien en período que estudiamos, el área se caracterizaba por su alta fertilidad, en la actualidad, por falta de inversiones, operaciones militares como la "Guerra del Golfo", la tala masiva de árboles, el aumento de salinidad y desertificación están conviertiendo a la región en un territorio desértico.
Podemos identificar tres zonas, la Súmer, en la baja mesopotamia cercada al Golfo Pérsico; la Akkad, la zona media; y la Asiria, en lo alto de los ríos Tigris y Éufrates.
Organización Social
Al área se la conoce como la Media Luna Fértil
Si bien en período que estudiamos, el área se caracterizaba por su alta fertilidad, en la actualidad, por falta de inversiones, operaciones militares como la "Guerra del Golfo", la tala masiva de árboles, el aumento de salinidad y desertificación están conviertiendo a la región en un territorio desértico.
Podemos identificar tres zonas, la Súmer, en la baja mesopotamia cercada al Golfo Pérsico; la Akkad, la zona media; y la Asiria, en lo alto de los ríos Tigris y Éufrates.
Organización Social
La provisión de alimentos les
permitió establecer una organización social estable, que implicaba actividades vinculadas
a los oficios, como la albañilería, panadería, zapatería o mismo la granjería.
También, la organización implicaba una división por sus actividades como la
defensa o la administración pública. A
su vez, la práctica de las actividades religiosas, permitió de la
formación de miembros dedicados a la práctica y difusión de las mismas.
Centro del Poder
En la sociedad súmera los miembros eran súbditos, sin derechos políticos y económicos. Tenía una estructura social jerarquizada, gobernada por una familia real, acompañada por sacerdotes, militares y burócratas. Los terratenientes controlaban el comercio fluvial y de caravanas. Debajo de estos grupos existían profesionales, artesanos o trabajadores especializados. Los prisioneros de guerras o deudores estaban esclavizados, pudiendo adquirir su libertad.
Los Templos (Ziggurat) formaron un centro esencial de los Estados en la Mesopotamia, porque eran espacios de reflexión espiritual y administración pública. Simbolizaban tanto el poder político como el religioso.
Como elemento de su cultura, adoptaron diferentes Dioses, que podemos citar: Inanna (llamada Ishtar por los semitas), diosa del cielo, la tierra y la fecundidad; Nergal, dios de la guerra y la peste; Anu, el dios del cielo; Enlil, dios del viento y de las tempestades (llamado Marduk por los babilónicos); Enki, dios de las aguas; y Utu, dios del Sol, rellamado como Shamash.
Centro del Poder
En la sociedad súmera los miembros eran súbditos, sin derechos políticos y económicos. Tenía una estructura social jerarquizada, gobernada por una familia real, acompañada por sacerdotes, militares y burócratas. Los terratenientes controlaban el comercio fluvial y de caravanas. Debajo de estos grupos existían profesionales, artesanos o trabajadores especializados. Los prisioneros de guerras o deudores estaban esclavizados, pudiendo adquirir su libertad.
Los Templos (Ziggurat) formaron un centro esencial de los Estados en la Mesopotamia, porque eran espacios de reflexión espiritual y administración pública. Simbolizaban tanto el poder político como el religioso.
Como elemento de su cultura, adoptaron diferentes Dioses, que podemos citar: Inanna (llamada Ishtar por los semitas), diosa del cielo, la tierra y la fecundidad; Nergal, dios de la guerra y la peste; Anu, el dios del cielo; Enlil, dios del viento y de las tempestades (llamado Marduk por los babilónicos); Enki, dios de las aguas; y Utu, dios del Sol, rellamado como Shamash.
Ziggurat
Desarrollo económico
Un conjunto de pueblos lograron la hegemonía de la región durante el período 4.000 a.c. al 2.350 a.c. estableciendo diferentes Ciudades-Estado. Los Sumerios construyeron diferentes ciudades como las de Ur, Uruk, Umma, Nippur y Lagash (cercanas al Golfo Pérsico). Estas sociedades se destacan porque fueron conocidos por las primeras escrituras reconocidas dando comienzo al período conocido como la Historia, considerándose a los mismos como las civilizaciones más antiguas del mundo.
Las perfecciones en la producción
permitió la generar excedentes económicos lo que derivó en el desarrollo del
comercio. Incorporaron en su producción la rueda, permitiendo-les trasladar
grandes capacidades de mercaderías para ser intercambiadas en distintos puntos
de la cuenca del Éufrates y el Tigris.
Los intercambios necesitaban
establecerse a partir de patrones de medición, por lo que surgieron formas de
cálculo. La falange de los dedos les permitía contar, con los cuatro dedos
totalizaban 12 y por cada mano se totalizaba una docena expresada en cada dedo,
por lo que podrían contar hasta sesenta, de allí viene el sistema sexagesimal.
Actualmente se utiliza en la medición del tiempo o en algunos productos, como
los huevos!
Si bien los avances permitieron acumulación de riqueza material, como la acumulación en metales, esto trajo consigo la disputa de pueblos por los bienes y espacio territorial de los pueblos. Surgieron así las expansiones imperiales, de pueblos que lograban someter a otros bajo su dominio político. Así surge la esclavitud, que implica la imposición del trabajo de una persona para otra.
Si bien los avances permitieron acumulación de riqueza material, como la acumulación en metales, esto trajo consigo la disputa de pueblos por los bienes y espacio territorial de los pueblos. Surgieron así las expansiones imperiales, de pueblos que lograban someter a otros bajo su dominio político. Así surge la esclavitud, que implica la imposición del trabajo de una persona para otra.
Historia
Los primeros en habitar la mesopotamia fueron los súmeros (o sumerios), de origen asiánico, provenientes del norte de la India. Compuesto también por pueblos como los guti y coseos, de los montes Zagros, y los elamitas, los hurreos (o hurritas), y otros pueblos no emparentados entre sí.
Durante mediados del tercer milenio a.c. llegaron desde la península Arábiga los semitas, compuesto por los pueblos acadios, asirios y amorreos, además de los hebreos, fenicios y arameos.
Así, hacia 2400 a.c. los Sumerios recibieron la invasión de los Acadios, que liderados por el Rey Sargón que bajaron por las montañas del norte de la Mesopotamia, y para el año 2370 a.c. lograron someter a todas las ciudades construidas por los sumerios. Así, se constituyó el primer Imperio conocido en la Historia.
Sin embargo, con la muerte de los descendientes de Sargón, los pueblos nómades invadieron la región y la unificación del Imperio Acadio se fragmentó. Hasta que principios del milenio antes de Cristo, los Asirios lograron reorganizarse, especialmente en forma militar, para reconquistar la región. Lograron avances técnicos en combate, mejorando los carros de combate y la formación de cuerpos de Infantería y Caballería. Sin duda, la superioridad militar quedó consagrada con el manejo de las armas de hierro, que era muy superior a las espadas de bronce producidas por otros pueblos.
Durante mediados del tercer milenio a.c. llegaron desde la península Arábiga los semitas, compuesto por los pueblos acadios, asirios y amorreos, además de los hebreos, fenicios y arameos.
Así, hacia 2400 a.c. los Sumerios recibieron la invasión de los Acadios, que liderados por el Rey Sargón que bajaron por las montañas del norte de la Mesopotamia, y para el año 2370 a.c. lograron someter a todas las ciudades construidas por los sumerios. Así, se constituyó el primer Imperio conocido en la Historia.
Sin embargo, con la muerte de los descendientes de Sargón, los pueblos nómades invadieron la región y la unificación del Imperio Acadio se fragmentó. Hasta que principios del milenio antes de Cristo, los Asirios lograron reorganizarse, especialmente en forma militar, para reconquistar la región. Lograron avances técnicos en combate, mejorando los carros de combate y la formación de cuerpos de Infantería y Caballería. Sin duda, la superioridad militar quedó consagrada con el manejo de las armas de hierro, que era muy superior a las espadas de bronce producidas por otros pueblos.
En 1.692 a.c, el rey Hammurabi
unificó el reino de Babilonia y ordenó la escritura de las leyes, que al estar
grabadas sobre la piedra se evitaban conflictos de interpretación de los
delitos cometidos. Como legado, hoy se conoce el Código de Hammurabi representada por una gran piedra grabada con 282
leyes que debían respetarse en todo el Imperio. Las mismas representan el
primer código de normas de la Historia. Este tenía un principio básico de
justicia, conocida como “Ley del Talión”, que implicaba compensar al agraviado
con el mismo perjuicio ocasionado en la lógica del “ojo por ojo” o “diente por
diente”.
La ciudad de Babilonia se había convertido en un centro de poder, descripta por
Heródoto (484 a.c. 425 a.c.), un griego considerado el primer historiador de la
humanidad, que albergaba una de las siete maravillas del mundo, los Jardines Colgantes¸ que daban la
sensación de flores flotantes. Durante el reinado de Nabucodonosor II (600
a.c.), el Imperio de Babilonia logró
su esplendor, alcanzando su dominio hasta las ciudades de Judá y Jerusalén. Los
ziggurats eran espacio de reflexión
y contemplación, y en esta ciudad la existía uno que alcanzaba los 90 metros de
alto, que parecía perderse en el cielo.
Jardines Colgantes de Babilonia
Aportes culturales
La escritura es el gran aporte de los Sumerios a la humanidad, especialmente porque en la piedra, hoy
sería el archivo digital o el papel, queda grabado algo que se quiso decir,
constituyéndose en el mejor medio que se tiene para estudiar el pasado. La
escritura permite llevar registros contables así como la expresión de ideas y
pensamientos. Los Sumerios escribían
sobre plantillas de arcilla fresca, dejando marcas sobre ellas, que al hornearse
se endurecían. Las formas eras de clavos o cuñas, por eso se la conoce como
escritura cuneiforme.
La astronomía es un legado de los
babilonios, que consideraban a la tierra como un disco fijo donde el cielo era
como una esfera que giraba a su alrededor una vez al día, por eso existían
estrellas fijas y otras que se movían, astros a los que adjudicaron poderes y
se dedicaron a su estudio. A los mismos les pusieron nombres: Marte, Mercurio,
Júpiter, Venus y Saturno; y hoy se sabe que son planetas y que tienen
movimiento independiente a las estrellas porque orbitan alrededor del Sol. La
comprensión de los astros permitía prefijar el destino, surgiendo lo que hoy
conocemos como el horóscopo. A la vez, los días de la semana, referencian su
nombre a ellos: Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado, Domingo.
La leyenda de Gilgamesh es una de las primeras historias encontradas
en la historia de la humanidad. Personaje mitológica, hijo de una Diosa, un rey
apuesto y valiente, que se creía invencible. El pueblo de Uruk, harto de los
excesos de Gilgamesh, pidieron ayuda a los Dioses, quienes crearon a un ser
para enfrentarlo, Enkidu. Sin embargo, luego de enfrentamientos, ambos
terminaron siendo amigos, hasta que un día, los Dioses decidieron matar a
Enkidu, porque se sintieron ofendidos por Gilgamesh, quien había ignorado la
admiración de Inanna (la Diosa del Amor). Con gran tristeza, entendió el
significado de la muerte y decidió buscar la forma de evitarla, buscando en el
fondo del mar la planta de la juventud eterna, que la encontró pero le fue
arrebatada por una serpiente, que lo dejó sin la esperanza de su inmortalidad.
Texto: Ricardo Romero
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